06/06/2023
Metodología Lean, Mejora continua, Automatización Procesos
Fast Consulting
En un entorno empresarial cada vez más competitivo que se centra en la excelencia operativa, maximizar la fiabilidad y disponibilidad de los recursos se ha convertido en un factor crítico para el éxito de las empresas. Es aquí donde entra en juego el RCM o Mantenimiento Centrado en la Confiabilidad (Reliability Centered Maintenance), una metodología de gestión de activos que busca identificar y priorizar las acciones de mantenimiento necesarias para garantizar la confiabilidad operativa.
Dicho de forma más práctica, el RCM es una herramienta de mantenimiento avanzado que permite identificar qué tipo de mantenimiento (correctivo, preventivo y predictivo) es el más adecuado para los equipos de una instalación industrial.
En este post, explicaremos en qué consiste el RCM y cómo puede beneficiar a tu empresa en la optimización de sus procesos de mantenimiento. ¡Sigue leyendo!
El RCM es un enfoque sistemático que se basa en el análisis detallado de los modos de fallo de los activos y la identificación de las estrategias de mantenimiento más adecuadas para prevenir o mitigar esos fallos. El RCM asume que los equipos fallan y es un hecho imposible de evitar. Lo que sí se puede evitar es la pérdida de la función que los equipos realizan. Es decir, busca determinar el mejor momento para realizar acciones de mantenimiento, evitando intervenciones innecesarias y maximizando la vida útil de los activos.
Por ese motivo, un primer pilar consiste en tener un correcto diseño de la instalación. Por ejemplo, en una planta donde el flujo del agua de refrigeración es una función crítica, no se puede evitar que la bomba principal falle, pero se puede instalar una bomba auxiliar que funcione en caso de parada de la principal.
Un proceso RCM debe asegurarse de responder satisfactoriamente las siguientes siete preguntas en la secuencia que se muestra para poder diseñar las estrategias de mantenimiento adecuadas:
Para responder a cada una de las preguntas anteriores se debe recolectar información y se deben tomar decisiones documentadas, disponibles y aceptadas por los propietarios y usuarios.
Al analizar en profundidad los modos de fallo y tomar medidas preventivas, el RCM ayuda a prevenir interrupciones no planificadas y a aumentar la confiabilidad operativa de los activos, lo que se traduce en una mayor productividad y satisfacción del cliente.
Al implementar el RCM, las empresas pueden optimizar sus estrategias de mantenimiento, evitando acciones innecesarias o excesivas. Esto conduce a una reducción de los costes asociados al mantenimiento, como el tiempo de inactividad, los repuestos y la mano de obra.
El RCM permite una planificación más efectiva de las actividades de mantenimiento, ya que se priorizan las acciones en función del riesgo y el impacto en la confiabilidad operativa. Esto desemboca en una optimización de los recursos disponibles y en la prevención de situaciones de emergencia.
Fomenta una cultura de mejora continua al promover el análisis constante de los activos, la retroalimentación de los resultados y la actualización de las estrategias de mantenimiento en base a los aprendizajes obtenidos.
El Mantenimiento Centrado en la Confiabilidad es una metodología poderosa. Al adoptar un enfoque basado en el análisis de modos de fallo y la priorización de acciones de mantenimiento, las empresas pueden reducir costes, mejorar la eficiencia y aumentar la confiabilidad de sus activos.
¿Te surgen dudas? ¡Contacta con nosotros! Podemos ayudarte a optimizar todos los procesos de tu empresa.